Un niño llamado Nicolás fue a Portugal, al llegar le
regalaron un grillo. Anunciaron en la tele que iba a caer un meteorito en la Tierra.
El grillo lo escuchó, se sacrificó, yo le grité:
-¡No!
Más tarde me enteré que era una pesadilla y busqué al grillo. No estaba, estaba encima de mi cabeza.
Al siguiente dia había unos trocitos de lechuga llevándome por
toda la casa hasta el salón, ahí me enteré que estaba haciendo una técnica
llamada leer periódico.
Julio Nicolás