Cuando aun tenía casi cuatro años, como eran vacaciones de
invierno, fui de viaje. Eran las 5.00 de la madrugada cuando
salimos, recuerdo que iba con mis padres
y con mi tía, y como tenía mucho sueño
me dormi en el coche.
Ibamos de viaje a
Madrid a ver a la abuela, que en paz descanse. Me pusieron una manta por
encima porque era invierno. Mis padres se turnaban entre ellos, uno cunducía otro dormía y luego el que dormía, conducía. Mientras mi tía, ¡durmiendo! ¿Tú te lo crees?
Cuando me desperté eran las doce de la mañana. Estábamos a
91 km de Madrid, decidieron parar en una pastelería porque aún no habíamos
desayunado.
Volvimos al coche, ya era por la tarde cuando llegamos a
casa de mis abuelos. Mis mis primos me estaban esperando para jugar al fútbol.
Luego entré en la casa de mi abuela para merendar Estaba
Leoncito, el perrito de mi abuela y toda mi familia, fueron unas
vacaciones inolvidables.
> Por Alvaro